El piloto francés de Haas no sufre daños graves, pero fue trasladado a un hospital tras su brutal impacto contra el guardarraíl.
Romain Grosjean (Haas) sufrió un escalofriante accidente en el arranque del GP de Bahrein, cuando su coche chocó contra las protecciones y quedó al instante envuelto en llamas. El piloto francés, de 34 años, pudo abandonar el monoplaza sin sufrir daños físicos, saltando literalmente entre las llamas. El halo salvó la vida de Grosjean, ya que su coche quedó totalmente destruido contra el guardarraíl. [Álbum: Milagro en Bahrein]
Todo sucedió en la primera vuelta de la carrera, a la salida de la curva 3, cuando el francés topó contra Daniil Kvyat (Alpha Tauri) y después impactó contra las protecciones metálicas. Grosjean quedó atrapado entre el fuego durante casi medio minuto, pero pudo salir por su propio pie, sin la ayuda de los comisarios.
De inmediato fue trasladado al centro médico del circuito y poco después trasladado en helicóptero a un hospital, dado que en su equipo sospechan que tiene fracturas en las costillas.
"LIGERAS QUEMADURAS"
Günther Steiner, jefe de Haas, confirmó que su piloto se encontraba bien. "No quiero hacer valoraciones médicas, pero ligeras quemaduras en las manos y los tobillos. Evidentemente estaba temblando. Quiero dar las gracias al equipo de rescate del circuito por su rapidez. Los comisarios y los miembros de la FIA también hicieron un gran trabajo. El accidente fue espantoso", valoró el ingeniero italiano.
El francés, que disputaba en Sakhir su antepenúltimo gran premio antes de abandonar la F1, destrozó el depósito de gasolina de su vehículo en el toque con Kvyat. Tras perder el control a unos 200 km/h se fue contra las barrera, aunque afortunadamente no se topó en su camino con ningún fotógrafo o comisario situado en esa zona.
De inmediato, la dirección de carrera ordenó las banderas rojas para extinguir el incendio, retirar del asfalto el monoplaza de Grosjean e improvisar unas nuevas vallas de hormigón. En principio, la intención de la FIA es proseguir con el plan inicial para el evento, que no puede superar las cuatro horas de duración.
El aterrador incendio sobrecogió a toda la F1, que no vivía algo similar desde 2014, con el trágico siniestro de Jules Bianchi en el GP de Japón. Diez meses más tarde, el piloto francés de Marussia moría en un hospital de Niza. A lo largo de los 70 años de historia del Gran Circo, 48 pilotos perdieron la vida en los circuitos.
Fuente. https://www.elmundo.es/
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